miércoles, 24 de mayo de 2017

ES LO QUE HAY

ES LO QUE HAY

 Por Antonio Franco García

Me ocurrió hace algunas semanas. Aquel vecino y yo coincidimos en la estación de servicio . Me preguntó por qué razón en las bolsas de empleo de nuestro Ayuntamiento se contrataba a gente de fuera. Comencé explicándole que, en principio, se pretendía puntuar el hecho de estar empadronado en Rota para que los roteños que se presentasen a estas Bolsas de Empleo tuviesen más posibilidades. Pero esta clausula fue denunciada por el grupo político de Roteños Unidos ante el Servicio Andaluz de Empleo. El SAE le dio la razón a Roteños Unidos dado que es anticonstitucional ( nos guste o no) privilegiar a unos ciudadanos españoles sobre otros, y nos vimos obligado a retirar ese requisito ( el estar empadronado) de la valoración. Pueden preguntar a cualquier miembro de Roteños Unidos para comprobar si estoy faltando a la verdad.
Pero, la persona en cuestión no terminó de oír mi explicación. Se fue protestando. Ignoro si leerá este artículo. En caso de que lo haga, espero haber terminado de aclararle la pregunta que me hizo.
En el día a día te encuentras con persona que no se enteran de los asuntos locales ( o no se quieren enterar), con otras que no tienen ni puñetera idea de ellos y otras que, sencillamente tienen muy mala leche, como decimos en Rota.
A decir verdad, con estos dos últimos tipos de gente no te tropiezas, lees sus comentarios en diversos medios. No se dan cuenta de que si, en lugar de comentar escondido tras un nombre creado para cada ocasión, se dirigiesen personalmente a disipar sus dudas quedarían enteradas. No digo satisfechas, pero sí enteradas. Otra cosa es que estén de acuerdo o no con la respuestas recibidas según que asunto. Pero claro, resulta más divertido lanzar sus pensamientos a través de la red. Si eso les divierte, un consejo: sigan haciéndolo. No interrumpan ese placer. Eso sí, consideren que sus comentarios no sean tenidos en cuenta, dado el oculto origen del emisor.
Las que tienen “mala leche”, digo yo que tienen que ser personajes amargados. Sus comentarios destilan odio y rencor, acompañado de una pizca también de envidia. Y el odio, el rencor y la envidia tiene que saber amargo, muy amargo.
Un ejemplo de aquellos/as que no tienen ni pajolera idea de algunos temas lo leí hace unos días a propósito del anuncio de la convocatoria de subvenciones en régimen de concurrencia competitiva en el área de participación ciudadana. El personaje en cuestión no sabía distinguir entre subvenciones y convenios. Parecía como si, de repente, a las asociaciones de nuestro pueblo se les hubiese privado de los convenios que vienen practicando con nuestro Ayuntamiento.
Es un ejercicio democrático que la gente opine, comente, analice, critique, discrepe....pero, al menos que lo hagan con un mínimo sentido de conocimiento de lo que se opine, se comente, se analice, se critique, se discrepe...en cada situación.
Torrente Ballester decía que “la peor soledad que hay es darse cuenta que la gente es idiota”. Pues eso.
Salud
ANTONIO FRANCO GARCÍA

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